miércoles, 23 de enero de 2008

Vamos a contar mentiras

Un año más que pasa... El tiempo vuela. Aún recuerdo mi primer año de carrera como si fuera este que acava de terminar.
Parece que la vida de los que me rodean avanza a velocidad vertginosa, viven cosas, cambian, crecen.
Yo me veo siempre igual, sin progreso ni retroceso, los mismos problemas, los mismos deseos, las mismas metas y ambiciones, debe ser que no me muevo lo suficiente.
Si bien he de admitir que mi ritmo vital es algo lento y a veces vegetativo, y que he dejado de hacer muchas cosas que antes hacía, no descarto por otra parte el factor suerte o el factor casual que parece una constante en las vidas de muchos otros.
Creo que el origen de todo es la desidia.
Un buen día me desperté, me senté en una silla de cara a un rincón y dejé que la nada me envolviera. Decidí dejar de pelear contra todo, decidí acallar la pasión con la que antes lo envolvía todo. Decidí dejar de hacer cualquier cosa.
Sólo observo desde mi rincón sin intervenir en lo que me rodea.
Creo que los demás se han dado cuentan, pero aún así no dejan de azuzarme, se mueven con histeria e impotencia delante de mis ojos para ver si pestañeo, preguntan sin cesar.
Así que un día me dije: Vamos a contar mentiras, y a unos les digo que por el mar corre la liebre y a otros que por el monte las sardinas.
Rien, satisfechos, pensando que he vuelto a mi misma, pero no saben que ya ni siquiera estoy en mi silla cara al rincón, sólo es una carcasa vacía que observo desde donde estoy.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Itaka, que bonito lo que publicas, poquito pero guapo y es que con el arte se nace, se nota tela un besote, ya pasaré por aquí de vez en cuando. para leerte o verte....http://antonette64.blogspot.com/

interpreta-sones dijo...

tralará! (cuidado con las máscaras que con el tiempo se llegan a fundir a la piel, y uno ya no sabe ni quién es)